La Homeopatía está basada en el principio de que una enfermedad puede ser curada con un medicamento que provoque síntomas similares a los de la propia enfermedad. Se administran al enfermo dosis “infinitesimales” de una sustancia, que si se aplicara a dosis altas en un individuo sano provocaría síntomas parecidos a los del enfermo.

Se trata al paciente en su totalidad, no las enfermedades que padece. Cada individuo enferma de una manera diferente y se tienen en cuenta todos sus síntomas, tanto físicos como mentales. Una misma dolencia puede ser tratada con distintos remedios dependiendo de cada animal y del momento de la enfermedad. El objetivo no es sólo que desaparezcan los síntomas, sino que el organismo recupere el equilibrio perdido y que lo ha llevado a enfermar.

En la consulta de homeopatía se valora el estado actual del paciente como en cualquier consulta ordinaria. También, a través de una entrevista con el propietario, se recopilan datos de enfermedades anteriores, carácter y particularidades del animal que nos permiten instaurar un tratamiento individualizado.

Puede ser utilizada en cualquier enfermedad, tanto como tratamiento único como en combinación con otras terapias. Es especialmente interesante en dolencias crónicas de cualquier tipo.