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Rehabilitación, Quiropráctica y Acupuntura

Quiropráctica

La quiropráctica es la profesión sanitaria que “se ocupa del diagnóstico, tratamiento y prevención de las alteraciones del sistema músculo-esquelético, y de los efectos que producen estos desórdenes en la función del sistema nervioso y en la salud en general” (definición de AEQ).

Requiere un conocimiento profundo de la relación entre el sistema nervioso y la anatomía. Se trata de resolver las disfunciones biomecánicas en la columna vertebral y su repercusión directa en el sistema nervioso, el sistema músculo-esquelético y la salud. El tratamiento es fundamentalmente manual, mediante los ajustes necesarios en articulaciones intervertebrales o periféricas.

Es terapia de elección en patologías osteoarticulares, musculares y neurológicas.

Acupuntura

La acupuntura se encarga de restablecer el desequilibrio causante de la enfermedad mediante la inserción de finas agujas en determinados puntos, de comprobada influencia neurológica, aplicando diferentes técnicas según el diagnóstico realizado previamente.

En ocasiones está indicado el uso de la electroacupuntura, combinando el uso de las agujas y la estimulación eléctrica. Es una técnica muy utilizada para conseguir analgesia y alivio del dolor, pudiendo emplearse en multitud de síndromes. También es posible la estimulación de los puntos de acupuntura mediante calor (moxibustión) o láser (láserpuntura).

Puede utilizarse como terapia única o como coadyuvante de otros tratamientos. Si bien está indicada en toda condición, es de elección en síndromes dolorosos, osteoarticulares, neurológicos y en recuperación postquirúrgica.

Rehabilitación y Fisioterapia

La rehabilitación es “la especialidad médica a la que concierne el diagnóstico, evaluación, prevención y tratamiento de la incapacidad encaminados a facilitar, mantener o devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posibles” (OMS).

La rehabilitación veterinaria previene y trata alteraciones del aparato locomotor y del sistema nervioso. Se acorta sensiblemente el tiempo de recuperación, se reduce el dolor e inflamación, mejora la movilidad y previene atrofias musculares o contracturas patológicas. Minimiza el riesgo de sobrecarga articular y promueve que el organismo retorne cuanto antes a su función normal.

Se integran los medios físicos necesarios y las técnicas manuales más adecuadas para cada caso con el fin de promover una recuperación satisfactoria.


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